CÓMO CUIDAR DE SU ICÓNICA BOLSA DE LA SELVA

El cuero es un material vivo que evoluciona con el tiempo, se patina y se suaviza, por lo que cuidarlo adecuadamente puede garantizar una hermosa longevidad gracias a unos sencillos cuidados. Fabricados según las mejores prácticas de la Haute Maroquinerie, nuestros bolsos están diseñados con paciencia, cuidado y pasión. Sólo utilizamos pieles de plena flor, trabajadas de tal manera que aún se pueden percibir sus características naturales: la irregularidad de su grano, sus venas y sus arrugas. Estas imperfecciones indican una gran transparencia de la piel, que es una verdadera garantía de calidad.

CÓMO PRESERVAR SU BELLEZA ORIGINAL

  • Cuando no la uses, tu bolsa debe guardarse en las mejores condiciones, en un entorno seco, templado y sin oscuridad, preferiblemente en su protección original.
  • Tenga cuidado de no rayar o frotar el producto contra superficies abrasivas. Es aconsejable evitar el contacto prolongado con materiales que puedan transferir sus pigmentos de color a la piel, como las revistas.
  • También hay que tener en cuenta que el contacto repetido con textiles crudos o de color oscuro puede alterar la piel en los tonos más claros.
  • El cuero es sensible a los arañazos y a elementos naturales como la grasa, el agua, el calor, la luz, el exceso de humedad o la sequedad. Protéjalo de la exposición prolongada a la luz directa e intensa o a fuentes de calor (sol, detrás de un ventanal, el habitáculo de los coches en verano, cerca de un radiador, etc.), que podrían alterar sus colores. Si entra en contacto con el agua, pásele suavemente un paño adecuado, seco, suave, absorbente y que no suelte pelusa: así podrá limitar o incluso evitar la formación de marcas o anillos durante el secado.
  • Tenga cuidado, algunos productos pueden manchar el cuero de forma indeleble, como la tinta de los fieltros y bolígrafos, los productos grasos como la crema de manos, el maquillaje y la barra de labios, el perfume o los productos alcohólicos. Si el tejido del forro se mancha en la superficie, utilice un paño suave y transparente ligeramente empapado en agua jabonosa, evitando escrupulosamente cualquier contacto con el cuero.
  • En el caso de tareas más importantes, no intervenga usted mismo y lleve su bolsa a un profesional para que se ocupe de ella adecuadamente. Para mantener su forma original, evita sobrecargarla o colocar contenidos inadecuados; cuando no la uses y la guardes en tu armario, rellénala con papel de seda o burbujas y ciérrala bien.
  • Para que conserve su forma original, evita sobrecargarlo o colocar contenidos inapropiados; cuando no lo utilices y lo guardes en tu armario, rellénalo con papel de seda o burbujas y ciérralo bien.
  • No se recomiendan las bolsas antihumedad porque resecan el cuero.